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"La cuchara de madera"


Después de nuestro bautismo en la Iglesia, mi madre se propuso no faltar jamas a ella sino por razones poderosas, como una enfermedad o emergencia, y lo cumplió cabalmente, cada domingo asistíamos, con frío o calor, a la Iglesia. A medida que crecíamos, mis hermanos y yo, participábamos de los diferentes programas que la Iglesia nos ofrecía, con mi hermana asistíamos a la Organización de las Mujeres Jóvenes y mis hermanos a los Hombres Jóvenes, asistíamos a las mutuales, Seminario y la mayoría de las actividades. En nuestro hogar hacíamos la Noche de hogar cada semana y leíamos como familia el Libro de Mormón, muchas veces no tan a menudo como Mama deseaba, sin embargo, cumplíamos en lo que mas podíamos con los que se nos ensenaba en la Iglesia. Mama tuvo muchos llamamiento donde servia fielmente y se instruía cada día, yo le veía orar y pedir por nosotros y papa, su ejemplo de fortaleza y devoción lo podíamos ver a diario. Durante ese tiempo nuestra situación económica era precaria, muchas veces tuvimos que vender cartones y botellas para tener algo para comer en casa, entonces mama decidió salir a trabajar. Trabajo limpiando casas y haciendo todo lo posible por sacarnos adelante, nosotros ya eramos adolescentes y nos quedábamos en casa solos, pero la mayor parte de nuestro tiempo estaba ocupado en la escuela y la Iglesia.


A pesar de lo cansada que mama podía estar, cada domingo, ella era la primera en levantarse, y nos despertaba a las 7 de la manana para poder estar listos para ir a la Iglesia, que comenzaba a las 9, sin embargo, nuestra casa quedaba a mas de 30 minutos caminando, así es que debíamos prepararnos con anticipación para poder llegar a tiempo a las reuniones. Una de esas mananas, mi hermano Juan, no quiso levantarse para ir a la Iglesia, entonces mama le pidió que lo hiciera, pero el siguió acurrucado en su cama, Mama lo dejo por un momento aunque después de un rato fue hasta su cama y le dijo con su voz de mando :" Juan levántate o te las veras conmigo". Mi hermano le dijo que no quería ir a la Iglesia y que faltar un domingo no afectaría en nada, Mama se enfado y le dijo su típica frase, que todos nos decía:"Tu vas a la Iglesia te guste o no por que mientras vivas bajo mi techo harás lo que yo diga! y agrego :" tu salvación depende de mi, yo soy responsable de ti ante Dios así es que o te levantas o te levanto",pero Juan no hizo caso de lo que Mama decía y ya era la hora de irse, en ese momento vi a Mama con su cara llena de tristeza ir a la cocina y sin detenerse, tomo su gruesa cuchara de madera que usaba para cocinar y camino hacia la cama de mi hermano, tomo la ropa de su cama y la tiro hacia atrás y le volvió a advertir que se levantara o le quebraría la cuchara de madera en su cabeza, pero el enojado le grito No! y ella tomo la cuchara y la levanto con fuerza y la quebró en su cabeza !. No podíamos creer lo que Mama había hecho y Juan quedo atónito...Mama nos tomo y nos dijo "nos vamos" y le advirtió a mi hermano que lo quería ver en la Iglesia. 


En el camino nadie dijo nada, todos caminamos en silencio y ya en la Iglesia yo miraba hacia la puerta para ver si llegaba mi hermano...Durante la Santa Cena, no podía sino orar por el y pedir que estuviese bien, recordé el día en Juan se había ido de la casa por una discusión con mama, pero solo tenia como 5 o 6 anos y se escondió tras el silo de concreto que estaba cerca de la casa, nosotros le llevamos fruta y pan para que pasara el día y le pedíamos que volviera, pero el todo enojado nos repetía que no, mama por su parte no decía nada mas que " si solito se fue, solito volverá"...y seguía haciendo sus quehaceres. Ya de noche Juan volvió a  la casa y se metió a su cama, Mama no le dijo nada y al otro día Mama hablo con el y después todo como si nada hubiese pasado, pero lo de ese día... había sido fuerte para nosotros. No obstante, ese dia domingo Juan llego a la Iglesia y Mama y el no cruzaron palabra,asi estuvieron unos dias...hasta que todo paso a ser un recuerdo.
Con el tiempo, mi hermano cumplió la edad de ir a una misión, con algunas dificultades, pudo salir y servir su misión de dos anos y al regresar dio un reporte de ella. Juan hablo de sus conversos, de algunas experiencias y luego agrego" Todo esto no hubiese sido posible sino fuera por una cuchara de madera" y les relato la historia a la congregación: " si mi mama no hubiera sido firme y no hubiera quebrado esa cuchara de madera, tal vez yo no habría ido a la Iglesia, no habría servido una misión y jamas podría haber disfrutado y haber vivido las maravillosas experiencias que tuve en ese tiempo, Gracias Mama".
Mama emocionada hasta las lagrimas abrazo a Juan y todos entendimos entonces, que a pesar de lo que Mama hizo, tal vez no fuera lo mejor para ensenar a mi hermano la importancia de asistir a la Iglesia, en ese momento fue lo que salvo a mi hermano de perderse todas las bendiciones y el progreso que ha obtenido en todos estos anos. el sirve ahora hace unos anos como Obispo y tiene una hermosa familia, se sello en el templo con una hermosa mujer fiel, y siguen firmes en el evangelio...
Doy gracias a Mama por su firmeza y determinación de mantenerse fiel, no importando las circunstancias, ella nos dio el ejemplo, nos enseno el evangelio...hasta quebrar una cuchara de madera, para hacernos entrar en razón...cuando veía que nos perdía...
Muchas veces los jóvenes no entienden a sus Padres cuando les dicen lo  importante que es asistir a la Iglesia, muchos jóvenes critican a sus padres o solo ven los defectos que estos tienen, y los padres muchas veces dejan solos a sus hijos en la toma de   decisiones argumentando que " son libres de escoger por que tienen el Libre albedrío", olvidándose de que el Senor nos ha pedido que hagamos todo lo posible por llevar a nuestras familias devuelta a su presencia, tal vez el método de mama no fue el mas ortodoxo, pero dio resultado. Debemos buscar la manera de ayudar a nuestros Jóvenes a que puedan "deleitarse" el domingo en la Iglesia, que pueden vivir experiencias hermosas que marcaran su vida y nosotros como Padres debemos enseñarles con el ejemplo y con la palabra. Un ejemplo de ello fue Alma, cuando enseno a cada uno de sus hijos. Una de mis partes favoritas en cuando ensena a su hijo Corianton acerca del pecado, arrepentimiento y la Expiación...creo que son ejemplos que podemos aplicar en nuestras propias vidas con nuestros hijos. Se que si hacemos todo lo posible por ensenar a nuestros hijos cada día, ellos llegaran a ser mejores padres, madres, ciudadanos, miembros de la iglesia, lideres, etc, pero por sobretodo podremos mirar al Salvador un día y el nos dirá: Bien buen siervo fiel, entra en el gozo de tu Senor"
Que podamos encontrar nuestros métodos o como le llamo yo hoy, mis propias cucharas de madera (claro no las quiebro en la cabeza de mis hijas)  pero si buscamos nuestros propios métodos por medio del Espiritu, de acuerdo a nuestra vida y experiencias, para ensenar a nuestros hijos, llegaremos a ser felices viviendo el evangelio.

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